Ya puestos a hablar de gastronomía, hay que decir que en muy pocos lugares le ofrecerán tanta variedad como en el Restaurante Campo Blanco. Nada más y nada menos que diez primeros platos y otros tantos segundos a elegir por el comensal en el Menú del Día -incluye pan, bebida y postre-, demostrando de este modo que calidad y precio pueden ir perfectamente de la mano.
Otra opción está en decantarse por cualquiera de los Menus Especiales, que ofrece, de igual modo, diez primeros platos y diez segundos.
Unida a esta diversidad gastronomica, como tercera eleccion, el cliente tiene la Carta, caracterizada por una cocina clasica y de mercado. Asi, en el apartado de carnes destacan dos sugerencias: el solomillo tierno a la pimienta, verdadera especialidad de la casa, y pierna de cordero a la brasa (abierta, deshuesada y macerada durante tres días en especias).
Referente a los pescados, la cazuela de pulpo, almejas, gulas y gambas; el arroz con bogavante o la lubina con colitas de langostinos son tres delicias auténticas que merece la pena probar.
Como decimos, estas son solo algunas sugerencias, porque entre la amplia oferta que posee la carta del Restaurante Campo Blanco podemos recomendarle los tradicionales ibéricos con queso manchego, rollitos de salmón ahumado rellenos de marisco, paté de oca pasado por la plancha, entrecot de buey con ajos o a la piedra o un sabroso cochifrito al modo de Pozoblanco.
Y todo, como no podía ser de otro modo, regado con los espléndidos vinos de la tierra -D.O. La Mancha, D.O. Valdepenas-, o si el cliente lo prefiere, caldos de Rioja y Ribera del Duero.